Intereses clientelares se apoderan de la política social
El Brunch - Podcast autorstwa Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad - Soboty

La Encuesta MCCI – Reforma cumple cuatro años de estudiar la opinión pública de las mexicanas y los mexicanos sobre la corrupción y la impunidad. Este instrumento de investigación se ha vuelto en los últimos años un referente para entender los retos que enfrenta el país para avanzar hacia un país más justo. Una de las intenciones de nuestro estudio está en la certeza de que México no está condenado a ser un país corrupto. Los datos de nuestra encuesta muestran que el presidente ha logrado desplazar gradualmente la visión institucional de la política social para transformarla en programas que los beneficiarios asocian directamente con su persona. Esto beneficia directamente a él y su gobierno, pues no puede comprenderse la aprobación de ambos sin considerarse el efecto que los programas sociales están teniendo en la población. Sin embargo, las evidencias sugieren que los rasgos clientelistas de sus acciones también están beneficiando a su partido político, Morena. Todo esto nos lleva a una última y espinosa cuestión. El objetivo final de una política social exitosa debería ser la transformación de las condiciones de vida de las personas para permitirles desarrollarse libres y sin miedos relacionados con limitantes socioeconómicas, pero los programas sociales de la actual administración no lo están logrando. Si entendemos por corrupción el abuso de cualquier posición de poder —pública o privada— con el fin de generar un beneficio privado indebido a costa del bienestar colectivo o individual, ¿podemos decir que la política social del presidente Andrés Manuel López Obrador, además de clientelar, es corrupta? Está en ti, apreciable lector, decidirlo.