29. Cómo competir en el mercado de cítricos desde una pequeña explotación, con Ismael Navarro
Agroperiodista - Podcast autorstwa Jaime Sánchez Cuéllar
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Ismael Navarro es un agricultor de la Comunidad Valenciana que cultiva naranjas y mandarinas y desde su pequeña explotación, y desde el conocimiento, reivindica precios justos, lucha por el futuro del sector, y apuesta por la venta directa al consumidor. Su proyecto personal es masquenaranjas.com puesto en marcha hace cuatro años para la venta directa a domicilio. La campaña pasada logró vender por esta vía el 60% de la producción de la primera parte de la campaña. Reconoce que la venta directa de naranjas al consumidor requiere esfuerzo, planificación y restarle tiempo al campo. También hay que medir muy bien los costes, por ejemplo, los de transporte, y en definitiva actuar como un verdadero empresario. Pero a la vez le aporta rentabilidad a su pequeña explotación de 5 hectáreas que, de otra forma, quizás sería inviable. Y además está el contacto con el consumidor que siempre es positivo.Con Ismael Navarro, muy reivindicativo en redes sociales, hablamos sobre podas, injertos, plagas y la situación del mercado y la mejora de los precios en la presente campaña. Los costes de producción se estiman este año en 30 céntimos por kilo de naranja y, a veces, no llegan a cubrirse. El sector citrícola en la Comunidad ValencianaAnalizamos la realidad del sector citrícola en la Comunidad valenciana, que sigue siendo la mayor productora cítricos de Europa. Aun así, se abandonan tierras todos los días, unas 5 hectáreas de cultivo al día. Existe un problema de minifundios y de adaptación a la realidad del mercado actual de un modelo que ha funcionado durante décadas. Europa es el principal destino de la naranja española, pero con nuevos competidores muy activos como Egipto y Turquía. Mención aparte merece Sudáfrica, que cada vez alarga más sus campañas que coinciden con el inicio de la temporada en España, lo que el año pasado provocó un colapso total del mercado. Este año, gracias a la obligatoriedad del tratamiento en frío para evitar el cotonet –con el consiguiente incremento de los costes de transporte para Sudráfrica- a lo que se ha sumado una reducción de la producción, los mercados se encuentran más estables.