1924. La fuerza de voluntad.

Comiendo con María (Nutrición) - Podcast autorstwa María Merino Fernández

Hablar de fuerza de voluntad como factor principal en las dietas carece de sentido porque simplifica en exceso un proceso complejo que está influenciado por múltiples factores, entre ellos las emociones, el entorno y la fisiología. Aquí tienes una explicación más detallada:1. Por qué no tiene sentido hablar de fuerza de voluntad con las dietasMecanismos biológicos: El cuerpo tiene respuestas fisiológicas naturales, como el hambre, la saciedad y la regulación hormonal (leptina, grelina, insulina), que no dependen de la voluntad consciente. Por ejemplo, una restricción calórica prolongada puede desencadenar un aumento del hambre, haciendo insostenible depender únicamente de la fuerza de voluntad.Entorno alimentario: Vivimos en un entorno obesogénico, donde la comida ultraprocesada, hipercalórica y accesible está diseñada para ser altamente palatable y difícil de resistir. Culpar a la "falta de fuerza de voluntad" ignora el impacto del entorno.Psicología del cambio: Los hábitos alimentarios están profundamente arraigados en nuestra vida cotidiana. Cambiar estos hábitos requiere más que fuerza de voluntad; necesita estrategias prácticas, educación nutricional y un entorno de apoyo.2. Por qué no se pueden desvincular las emociones de las ingestasComida y emociones: La comida no solo cumple una función nutricional, sino también emocional y social. Muchas personas recurren a la comida para regular emociones como estrés, ansiedad, tristeza o incluso aburrimiento.Conexiones cerebrales: El sistema de recompensa del cerebro está involucrado en el consumo de alimentos, especialmente aquellos altos en azúcar, grasas y sal. Esto puede crear una asociación entre ciertos estados emocionales y la ingesta de comida.Trastornos emocionales: Comer emocionalmente no es un problema de falta de autocontrol; a menudo está relacionado con experiencias pasadas, traumas o dificultades en la regulación emocional.3. Por qué hay que tener en cuenta todo el contexto de una persona en el tratamiento nutricionalFactores socioeconómicos: La capacidad de una persona para acceder a ciertos alimentos depende de su situación económica, su entorno y sus recursos. No se puede asumir que todas las personas tienen las mismas oportunidades.Estilo de vida: La actividad laboral, las responsabilidades familiares, los horarios y las prioridades personales afectan la capacidad de planificar y seguir pautas nutricionales.Salud mental y física: Ansiedad, depresión, TCA o enfermedades crónicas pueden influir directamente en la relación con la comida y la adherencia a un plan nutricional.Relación con la comida: Muchas personas tienen una relación complicada con la comida, marcada por restricciones, prohibiciones o culpa. Es fundamental entender esto para plantear un enfoque no pesocentrista, sostenible y respetuoso.En resumen:Un tratamiento nutricional eficaz debe ser integral, respetar la individualidad de la persona y abordar tanto los aspectos fisiológicos como los psicológicos y sociales. La "fuerza de voluntad" no es suficiente para lograr cambios sostenibles, y las emociones y el contexto son inseparables de la forma en que comemos y vivimos.Conviértete en un seguidor de este podcast: https://www.spreaker.com/podcast/comiendo-con-maria-nutricion--2497272/support.

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