Episode 460: 14 de Enero del 2025 - Devoción matutina para menores - ¨Palabritas de corazón¨
Daniel Ramos Podcast - Podcast autorstwa Daniel Ramos - Soboty
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====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2025“PALABRITAS DE CORAZÓN”Narrado por: Tatania DanielaDesde: Juliaca, PerúUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church ===================|| www.drministries.org ||===================14 de EneroUn pícnic fabuloso«Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado». Juan 15:12.Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Él estaba ahí, muy atento, feliz por la oportunidad de escuchar al Maestro, aprendiendo con las lecciones de vida compartidas. A su alrededor, miles y miles de personas: niños, ancianos, adultos, jóvenes; una multitud dispuesta a conocer más acerca del amor de Dios.Incluso con tanta gente, el niño podía escuchar muy bien al Maestro, lo cual era sorprendente. Era como si Jesús estuviera allí cerquita de él. Era como si él estuviera cerca de cada persona. Para participar de ese momento, el niño se había organizado. Quería permanecer el máximo tiempo posible escuchando al Maestro; por eso hasta llevó una merienda reforzada, quizá su predilecta: panes y peces listos para comer.Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Ya era casi de noche y la multitud permanecía atenta. El niño notó un movimiento de los discípulos y se acercó a investigar. Escuchó el problema que estaban tratando de solucionar, de alimentar a esa multitud, y el muchacho se dispuso a ayudar. Le contó al discípulo Andrés que podía donar su propia merienda. Dijo eso y su estómago rugió de hambre. No había comido nada todo el día, pero quería ayudar.Jesús supo del gesto altruista del niño y realizó el milagro. El muchachito jamás se olvidó de lo que vio y escuchó esa tardecita: la mirada de Jesús al cielo, la oración, y después las personas sentadas en el suelo, los panes y los peces que se multiplicaban cuando las canastas pasaban de mano en mano. Al caminar de regreso a casa, con una amplia sonrisa y el estómago satisfecho, el niño estaba seguro de que había escuchado nítidamente la voz de Jesús diciéndole: «Yo te amo».Mi oración: Señor, ayúdame a ser altruista y amar a las personas de la misma manera como recibo tu amor todos los días.