1117 - Isaías 2-4. El renuevo de Dios glorificado. Is 4:2
Descansando en Dios - Podcast autorstwa Francisco Atencio
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1117 – Is 4:2 - Isaías 2-4. El renuevo del Señor glorificado. En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel.El Soberano Santo, Jehová de los ejércitos, sabía lo que su pueblo debía ser, y lo contrasta con la realidad de aquel momento. El sermón comienza (Is 2:1–4) y termina (Is 4:2–6) exponiendo “lo ideal”, como el tema principal de su mensaje. A mitad del mensaje (Is 2:5–4:1), describe la realidad que la “tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.” (Is 2:8).I. El reinado universal de Cristo (Is 2:1–4). “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” (Is 2:2-3; Miq 4:1-3). En este pasaje, el profeta nos lleva a los últimos tiempos, el establecimiento del reino mesiánico, el milenio. La ciudad de Jerusalén será exaltada sobre todas las naciones, quienes acudirán a ella para aprender del Señor. Desde Sion se juzgará a los pueblos, y de ella emanará la justicia y la paz. “Lo postrero de los tiempos” inician con la primera venida de Jesucristo hasta su segunda venida. El monte de la casa de Jehová se refiere al lugar donde el templo se había construido y donde se edificará el templo milenial. (Ez 40–43). “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos.” (Ap 11:15).II. El día de Jehová (Is 2:5–4:1). “Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido” (Is 2:12). La Jerusalén del tiempo de Isaías no se parecía en lo más mínimo a lo que debía ser. Los pecados del pueblo eran múltiples (Is 2:5–22). Isaías señala específicamente las prácticas supersticiosas (Is 2:5-11), la soberbia (Is 2:12-17), la idolatría (Is 2:18-21) y la autosuficiencia (Is 2:22). Las consecuencias de esta conducta pecaminosa se encuentran en Is 3:1–4:1. Estas profecías se cumplieron históricamente con el sitio de Jerusalén que perpetró Senaquerib en 701 a.C. Son tres los resultados que vemos de esto: (1) Desorientación política (Is 3:1–9). El pueblo caería en una anarquía generalizada por falta de un liderazgo capaz. (2) Retribución equitativa (Is 3:10-15). Los justos serían bendecidos y los impíos castigados. “Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.” (Is 3:10-11). (3) Dominación femenina (Is 3:16–4:1). “y mujeres se enseñorearon de él”. (Is 3:12b). Debido a las bajas sufridas de los varones, las mujeres estarían al mando. La ira de Dios será sobre Israel durante la gran tribulación, “tiempo de angustia para Jacob” (Jer 30:7), porque cada día será más corrompida y “en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado”. (Ap 11:8).
