1150 - Jeremías 2-3. La apostasía de Israel. Jer 2:19
Descansando en Dios - Podcast autorstwa Francisco Atencio
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1150 – Jer 2:19 – Jeremías 2-3. La apostasía de Israel. Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.Qué es la apostasía. Es abandonar y rechazar de manera deliberada la fe. Desertar, traicionar, apartarse, alejarse de Dios, de la Palabra de Dios, de la fe de manera voluntaria y consciente. El profeta Jeremías luego de describir el llamado al ministerio Inicia con trece mensajes de juicio que tienen nueve profecías generales de castigo (Jer 2–20) y cuatro profecías específicas de juicio (Jer 21–25). A través de una serie de nueve profecías generales de juicio, sin fecha, el profeta denuncia el pecado de Judá, advierte al pueblo contra el juicio inminente, y se le ofrece esperanza si se arrepentía. En la primera profecía general Jer 2:1–3:5, Dios con una metáfora del matrimonio, compara Su amor para su pueblo con el amor de este por otros dioses y revela la infidelidad de Judá. Dios cela su iglesia: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.” (2Co 11:2).1. La fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio (Jer 2:1-3). “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.” La relación entre Dios e Israel se compara con un matrimonio. Iniciaron bien, pero el pueblo infiel lo había arruinado todo. Cristo exhorta a la iglesia: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” (Ap 2:4-5).2. El alejamiento (Jer 2:4-8). “Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? …Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.” ¿Qué pasó con la comunión de que gozaban? A pesar del principio idílico, el matrimonio se volvió amargo. ¿Qué sucedió para que se arruinara algo tan hermoso? ¿Quién cambió (Jer 2:5-6a)? La apostasía llegó a tal grado, que aun los sacerdotes, los escribas, los profetas y los líderes (pastores) del pueblo se rebelaron abiertamente contra Dios.“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (Os 4:6).3. La acusación (Jer 2:9-13). Debido a su infidelidad, Dios se enojó con Israel y decidió hacerles juicio (Jer 2:9). Las naciones paganas no abandonaban sus falsos dioses, pero Israel había dejado al Dios verdadero. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” (Jer 2:13):
