1249 - Habacuc 3. La justicia de Dios exaltada. Hab 3:2

Descansando en Dios - Podcast autorstwa Francisco Atencio

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1249 – Hab 3:2 – Habacuc 3. La justicia de Dios exaltada. Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia. En Habacuc 2, en el dialogo con Dios, el mensaje quedó claro. ¡Deja de quejarte! ¡Deja de dudar! ¡Quédate quieto! Dios no es indiferente al pecado, ni insensible al sufrimiento. El Señor no ignora la situación ni está inactivo. Él controla todo. En el tiempo perfecto establecido para el ser humano, Dios cumplirá su propósito. Habacuc debía guardar silencio con humildad y estar quieto en expectación silenciosa para esperar la intervención de Dios. “Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado… Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.” (Sal 27:3, 13-14). El último verso de la endecha de ayes en Habacuc 2:20 “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de Él toda la tierra”, sirve como un puente que conecta, el juicio de Dios sobre los malos, con el canto de alabanza en Habacuc 3 adorando a Dios por su soberanía y el diseño de su creación. El capítulo final de Habacuc es una doxología, un salmo, una oración en forma de alabanza, pues contiene instrucciones y un arreglo musical, con el propósito de presentarla en el culto público. Habacuc finaliza declarando que a pesar de las circunstancias se alegraría en Jehová, y se gozaría en Él. Habacuc reconoce y nos enseña que Dios es la fuente inagotable y eterna de gozo. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.” (Sal 46:10-11). I. Oración de Habacuc pidiendo misericordia (Hab 3:1–2). “Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot.” Ahora el profeta responde a Dios, pero no lo hizo en tono de protesta. Fue una oración de alabanza, tal y como indica el título: Oración del profeta Habacuc. Sigionot. El significado exacto se desconoce. Conseguimos también la palabra Selah que ocurre setenta y una vez (71) en los Salmos, y tres veces (3) en el libro de Habacuc. Posiblemente era un signo, instrucción musical y su uso exacto no se conoce. Se dan tres sugerencias que era: Una indicación para que los cantantes y la orquesta interpretaran forte o crescendo. Una señal de pausa para levantar las manos o voces en adoración, o para que el sacerdote diera una bendición. Usada como "Amén" (así sea) o "Aleluya" (alabado sea el Señor). “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.” (Hab 3:2). Habacuc hace dos peticiones. Pidió una nueva manifestación del poder de Dios (aviva tu obra) y pidió misericordia para que recibiera un perdón completo de su parte. Poder y misericordia son las únicas peticiones en toda la oración. II. La presencia majestuosa de Dios (Hab 3:3-15). Habacuc luego de las dos peticiones de poder y misericordia inicia el salmo de oración y adoración. La llegada de Dios (Hab 3:3a). “Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Selah. Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.” (Hab 3:3). El profeta pasa a describir las obras de Dios en el pasado hechas a favor de Israel. Así como Dios descendió a establecer su pacto con su pueblo en el Sinaí, así bajaría a librar a su pueblo y ratificar su pacto con Él. Habacuc escribió acerca de la visitación pasada de Dios en el Sinaí: Dios vendrá de Temán, y el Santo (Hab 1:12) desde el monte de Parán. Moisés había declarado que Dios “resplandeció desde el monte de Parán” (Dt 33:2). La manifestación de Dios (Hab 3:3b-7). “Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.