ROBIN WILLIAMS 🏆🎬 | PARTE 2: La cara triste 😭 [#014]

Volvemos una vez más con Robin Williams. Esta vez para hablar de la segunda mitad de su carrera, “la cara triste” si queremos llamarla así. En esta segunda mitad cada vez tiene menos papeles cómicos. De hecho, interpretó solventemente varios papeles de villano. Un registro para él desconocido que nos hubiera encantado ver más a menudo. Sus últimas películas guardan extrañas coincidencias con eventos que ocurrieron u ocurrirían en su vida. Desde hace ya 6 años le echamos de menos y esta es nuestra forma de homenajearle. Como siempre, nos gustaría detenernos en tres películas: INSOMNIO: Injustamente olvidada película de Christopher Nolan. Remake de la película noruega de mismo título. No sólo estamos ante uno de los pocos remakes que aportan y mejoran al original, sino que estamos además ante una enorme interpretación de Robin Williams, haciendo de asesino frío y calculador. Su sola presencia ya es inquietante, pero su labor a lo largo de la película para dejar sin aliento a Al Pacino es increíble. Estamos ante su mejor trabajo de villano. Una auténtica pena que no le volviéramos a ver en un papel similar. Tal vez hoy estaríamos viendo un Joker con su cara. EL MEJOR PADRE DEL MUNDO: De lejos, la mejor de las últimas películas que realizó Robin Williams en su carrera. Estamos ante una comedia muy negra sobre hacer una montaña de un granito de arena y cómo se puede llegar a ensalzar una figura que no merece ningún tipo de honra. Un guion que, salvo los últimos 10 minutos, lo podrían haber escrito los responsables de South Park. Tiene el dudoso honor de haber predicho, salvando las distancias, la muerte del propio Robin Williams. En la película, su personaje se encuentra a su hijo de una forma similar a la que se le encontraron a él la noche que decidió poner fin a su vida. Se rumorea que pudo haberse inspirado por esta cinta. EL HOMBRE MÁS ENFADADO DE BROOKLYN: Tristemente solo será recordada por ser la última película del actor. Por lo menos en España se estrenó de forma póstuma y no dudaron en hacer publicidad con su muerte. Comparada con otras comedias de Robin Williams, palidece bastante, pero es curioso cómo la reacción del personaje al enterarse de que tenía una enfermedad degenerativa es la misma que él mismo tuvo cuando se enteró de su propia enfermedad. Miedo llevado a la rabia. También es especialmente llamativo que la última secuencia represente de manera casi acertada la ceremonia que hicieron con las cenizas de Robin Williams tras su funeral. Uno ve este tipo de coincidencias y se pregunta si los responsables de la película se veían venir algo. Tristes coincidencias, pero un último adiós bastante revelador.