Exprimir el dolor hasta la muerte: la crisis de los opioides
Historias de la economía - Podcast autorstwa elEconomista - Poniedziałki
💊Si a la crisis de los opioides hubiera que ponerle un nombre propio, ese sería OxyContin. Si se nos permitiera adjudicarle dos, Purdue Pharma estaría el siguiente en la lista. La farmacéutica, propiedad de la familia Sackler, creó un medicamento contra el dolor extremadamente adictivo, y altamente lucrativo, un monstruo silencioso tres veces más potente que la morfina que se benefició de la ceguera selectiva de las autoridades sanitarias para saltarse todos los controles previos a la comercialización.🏥Como el lobo con piel de cordero que se camufla entre el rebaño para atacar por sorpresa, la oxicodona se coló en decenas de miles de hogares de personas de toda edad y condición con la promesa de calmar su angustia y acabó destruyendo miles de vidas. Nos adentramos en uno de los capítulos más violentos de la historia de Estados Unidos.💵La de Purdue Pharma es una historia de ambición y negligencia que se nutrió, precisamente, de la falta de contundencia de Estados Unidos contra estas 'drogas legales'. En 1996 la farmacéutica, propiedad de la familia Sackler, que son una auténtica institución en el país, puso en marcha una agresiva campaña para comercializar OxyContin, un analgésico opioide contra el dolor crónico, que se vendió como menos adictivo que otros ya existentes en el mercado. El éxito fue rotundo y las recetas del fármaco se dispararon en poco tiempo. Por detrás, se creaba un monstruo. Y es que la compañía ocultó, a sabiendas, el riesgo real de adicción para quienes consumieran el medicamento.